75 años de Vida Religiosa
(En Familia Nº 33, octubre 2007
)
Constructores de la persona humana
“Estamos llamados a testimoniar que el carisma
nazareno del Hno. Gabriel es un don para la Iglesia
y para la sociedad, una oferta de humanidad y
humanización a imagen del Hijo de Dios hecho
hombre en la familia de Nazaret”.
(Documento del Capítulo General)
El 36º Capítulo General que los Hermanos y Laicos hemos tenido en
Valladolid (España) en el mes de julio pasado, nos recuerda y reafirma
que las Comunidades y Centros educativos de los Hermanos son fundamentalmente
“espacios de humanización”. Que la misión
encomendada por el Señor al Hno. Gabriel es
“la construcción
de la persona humana”, “la compasión educativa”.
Que nuestra vocación y razón de ser, de Hermanos y laicos, es hacer
de nuestros centros y obras
“escuelas de humanización”
a imagen de Nazaret. Más aún, Dios nos dice a través
del Capítulo General, que Nazaret es la verdadera escuela de humanización
y en nuestro proyecto y horizonte debe estar el hacer de nuestros espacios y ambientes
educativos
“Otros Nazaret”. El Capítulo General
nos recuerda que lo que caracterizó al Hno. Gabriel en su tiempo y lo que
definió su vocación, misión y estilo educativo fue su
“compasión educativa”. La capacidad de compadecerse
frente a la pobreza cultural, la humanidad herida y rebajada en los niños
y jóvenes desamparados.
“Nazaret, escuela de humanidad”, ha sido el tema inspirador
de nuestro trabajo. Nos hemos dejado interpelar por el espíritu del Hno.
Gabriel Taborin, quien nos ha acompañado en nuestro trabajo. Su “pietas
educativa”, es decir, su compasión por toda forma de herida infligida
a la dimensión humana de las personas y sobre todo de los jóvenes,
se transformó en él en pasión educativa, en acción
de humanización según el espíritu del Evangelio. Esta misma
compasión/pasión educativa ha sido para nosotros la clave de lectura
de nuestra identidad, consagración, misión, organización
y gestión de la economía”. (Documento del Capítulo
General)
Su intuición educativa e intención fundacional se sintetiza en lograr
la construcción de la persona humana en su totalidad, en todas sus dimensiones
sin dejar ninguna colgada. La frase bien conocida por todos:
“formar
buenos ciudadanos para la sociedad y santos para el cielo”, resume
este mandato que hoy asumimos con especial preocupación y esperanza en
este momento de nuestra historia. La marcada pérdida de la dimensión
trascendente de la vida, el fuerte individualismo, el debilitamiento de los tejidos
comunitarios, el alto nivel de deshumanización, la corrupción, la
dictadura de la intransigencia, la tiranía de la consecución de
los gustos sin mediar reflexión, el débil testimonio de los cristianos
, y tantos otros emergentes de nuestra realidad hacen impacto directo especialmente
en los niños y jóvenes. Todo esto se vuelve un desafío urgente
para nosotros integrantes de la Familia SAFA desde el puesto que nos corresponda.
“Fieles al estilo de Jesús de Nazaret, nos sentimos llamados
a ofrecer en nuestras comunidades el servicio de la caridad, la hospitalidad,
la compasión, el acompañamiento, la vigilancia y el discernimiento
lúcido. La creación de espacios humanizadores, constructores del
hombre en la integridad de sus dimensiones y de lugares de relaciones auténticas
que ayuden a las personas a hacerse conscientes de su valor y dignidad”.
(Documento del Capítulo General).
Por eso los invitamos y convocamos a todos, es Jesús de Nazaret que llama,
a hacer realidad esta propuesta del Capítulo General.
Hno. Aurelio Arreba
Director