Dar y recibir
(En Familia Nº 30, diciembre 2006
)
“Y vino a vivir con nosotros, a nuestra propia casa”
“En el principio era la Palabra y la Palabra estaba en Dios y la Palabra era Dios. Por ella se hizo todo. Ella era la luz verdadera, que ilumina a todo hombre.
... y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros" (Juan 1,1-3.9.14)
Pensar en los seres humanos, en su historia. Recorrer y recordar el año
que se termina, es volver sobre pinceladas marcantes de nuestra vida. Vivenciar
esto es hacer presente el Misterio de la Encarnación: Dios se hace humano
y hermano de todos. Recordar esto es pasar por el corazón lo mejor de nuestra
historia.
El trabajo, el esfuerzo solidario, las acciones de cada día, los gestos,
palabras y vivencias entregadas por esta causa son Palabra de Dios.
Recorrer el año y todo lo que hemos vivido, lo que hemos amado, sufrido,
buscado y ofrecido es recordar este hermoso proyecto de humanizar y hermanar.
Recorrer el año que está terminando y tantas actividades es recordar
todo lo que hemos intentado para hacer más habitable la casa común,
mejorarla, mejorar nuestro relacionamiento. Por eso cada una y cada uno de los
integrantes de nuestra familia son fundamentales, porque su tarea y su aporte
posibilitan la presencia y la acción de Dios que junto con nosotros va
construyendo el hombre nazareno.
Por eso lo cotidiano se vuelve palabra y acción que siguen permitiendo
a Dios habitar entre nosotros. Somos la mejor palabra que Dios ha pronunciado.
Somos memoria de lo que más quiere: Que el hombre viva.
La honestidad y la responsabilidad hacen posible día a día la verdad
del hombre y los intereses de Dios.
Cada pequeño espacio de bien, bondad, justicia, solidaridad y gracia que
hemos logrado poner en este mundo durante el año; es motivo de esperanza.
Todo lo realizado para humanizamos durante este año es un canto y homenaje
a la vida cuidada y cultivada. Y cada uno sabe bien cuanto tiempo y dedicación
ha dado para que la Navidad este año sea más Navidad, o sea, más
“Dios con nosotros”.
Construir la familia y las relaciones que hacen familia es posible. Este ha sido
el desafío.
Feliz Navidad y reparadoras vacaciones.
Hno. Aurelio Arreba
Director