Fortalecer la familia
(En Familia Nº 18, noviembre 2003
)
Mucho se habla hoy día de la familia: que cambió, que está
en crisis, que no es como antes. Pero una cosa es cierta, hay que fortalecerla.
Como ámbito de crecimiento humano, se revela como un espacio irremplazable.
En ella el niño no solo da los primero pasos, sino que también
mucho de lo que llegue a ser en la vida dependerá de una buena experiencia
hogareña: de sentirse querido y respetado, apoyado y valorado. Es en
el seno de la familia que se aprende a dar y a recibir, a jugar y perdonar;
a sentirse responsable por una tarea y reponerse de los fracasos.
Nuestro Colegio lleva el nombre de Sagrada Familia, la familia de Jesús.
Por eso que a imitación de aquella, cada familia ocupa un lugar importante
en sus proyectos y realizaciones. Más: es el centro de toda sus preocupaciones,
pues está a su servicio.
La comunicación con la familia es permanente y asume diversas formas.
Unas veces es el diálogo individual por temas que interesan a la educación
de sus hijos, otras es la invitación a una reunión de entrega
de notas o a una charla a cargo de un especialista sobre determinada problemática
educativa. Algunas convocatorias no tienen otro objetivo que crear un espacio
lúdico de padres o padres e hijos; también sucede que en los eventos
recreativos los padres se arriman a dar una mano. En nuestra comunidad educativa
la familia es escuchada, su aporte valorado. El Colegio acompaña la incertidumbre
y las dificultades de los padres en la no siempre fácil tarea de orientar
a sus chicos y chicas. Las ceremonias religiosas brindan una hermosa oportunidad
de celebrar la fe a padres, hijos y familiares próximos. Tender puentes
de mutua colaboración y estima; buscar soluciones comunes, dialogar,
escucharse, promover una espiritualidad hogareña a imitación de
la familia de Nazareth son tareas todas que identifican el compromiso diario
de nuestro Colegio que apuesta al fortalecimiento de la familia como auténtica
escuela de Vida.
Hno. Néstor Achigar