Un año más, queridos alumnos, en el correr de nuestra existencia. Un año escolar que se acaba para dar paso a las vacaciones. Un sucederse de los días que no podemos detener.
Nada debe preocuparnos de que el tiempo pase; es lógico e inevitable. La única causa de preocupación es que ese tiempo no haya sido o no sea bien empleado. Tenemos en nuestras manos un remedio poderoso y eficaz, para no malgastar este tesoro que el Señor nos concede día a día. Hacer en cada hora y en cada minuto lo que debemos hacer y hacerlo de la mejor manera posible.
Lamentarnos del tiempo pasado, del tiempo mal empleado, es... perder el tiempo. Pero sacar enseñanzas para el futuro, poner remedios, hacer propósitos y tratar de cumplirlos, es ganar un tesoro para este mundo y para el otro.
Tienes en tus manos, estimado amigo, la Revista de fin de curso. El pasar y repasar de sus páginas, traerá a tu memoria muchos de los acontecimientos vividos en tu querido Colegio y Liceo SAGRADA FAMILIA, en este año escolar.
Unos, gratos y otros, quizá no tan placenteros. Si hay más de los primeros que de los segundos, te felicito cordialmente; sigue progresando. Sea tu meta el superarte cada día y cada año. El beneficio, bien lo sabes, es para ti en primer lugar y para la comunidad a quien te debes.
Si por el contario, eres de los que en las páginas del “anuario” no ven todo de color de rosa, haz un firme propósito de enmienda, y desde ahora mismo, pon manos a la obra para que tu formación sea lo más perfecta posible. Pero no lo olvides: ayúdate y Dios te ayudará.
Ante todos nosotros, unos meses de vacaciones. Tiempo excelente que Dios nos brinda para nuestro solaz y esparcimiento. Tiempo, para muchos, de descanso y de sana diversión mientras aprovechan para su instrucción y formación. Para otros, por desgracia, de inactividad, despreocupación y retroceso.
Compadece a estos últimos que ignoran o desprecian el valor y utilidad y aplaude e imita a los primeros que saben sacar partido de todas las circunstancias para hacerse cada día más útiles para los demás, al mismo tiempo que enriquecen su memoria, forman su carácter y su espíritu, y forjan su voluntad en el yunque del cotidiano deber, llegando al término de cada jornada con la satisfacción y tranquilidad del que se sabe limpio ante Dios y su conciencia.
Que estas vacaciones sean para todos el premio del merecido descanso. Sean, para Profesores y Alumnos, solaz del espíritu, tranquilidad del ánimo y reposo tonificador de los cansados miembros, para que al reanudarse los cursos de próximo año escolar, las renovadas energías, los nuevos bríos y el inicial empuje, mantengan en tensión permanente y constante, nuestras ansias de superación y nuestros sinceros deseos de ser cada día mejores, hasta llegar a nuestra única y definitiva meta: Dios.
No tiene otra aspiración, para vosotros y para él, vuestro Director.
Hno. Timoteo
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