Es el tiempo del paso de Dios por nuestra vida.
Es el tiempo de defender la vida y cuidarla con cariño y alegría, de arriesgar todo por ir tras las huellas del Resucitado y de esperar contra toda esperanza.
Es tiempo de iniciar una nueva vida feliz y esperanzado, abriendo puertas y ventanas, amándonos como Él nos ama, construyendo Reino y familia, cuidando la casa y la tierra y viviendo con gozo, desde ahora, allí donde el corazón y las circunstancias nos lleven.
Es tiempo de nacer del Espíritu dejándonos amar por Dios, que es padre y madre entrañable, disfrutando de la fe y el diálogo en compañía de quienes caminan a nuestro lado y de la creación entera, que sufre y goza.
Es tiempo de presencias y encuentros; de saludos, paz, abrazos y comidas; de ir a la periferia, a rincones lejanos y abandonados.
Es tiempo en el que el Señor resucitado camina con nosotros dando sentido a nuestra vida y a nuestra historia.
¡Vivamos con intensidad este tiempo tan precioso!
Hno. Edgardo Bruzzoni
Animador Provincial