Entrevista a la Hna. Celia

-Para comenzar, ¿qué es un CAIF?

Un CAIF es un Centro de Atención a la Infancia y la Familia. Son convenios con el INAU.

-¿Cuál es el nombre e historia de este centro?

Este se llama Casa Sagrada Familia. Comenzó con una Hermana, la Hermana Guadalupe, quien dio nombre a este barrio, que antes se llamaba “El chorizo” porque todas las casas estaban unidas, y cuando regresó a España, le cambiaron el nombre en atención a lo que ella trabajó.

Comenzó con una comisión, dando merienda y comida a unos 300 niños que estaban muy abandonados. Entonces no teníamos convenios, todo lo hacían gratis, gracias a gente voluntaria y comisiones. Ayudaban mucho las panaderías de la ciudad y los comercios. Y siempre tuvimos el apoyo de la Intendencia y de la Base Aérea.

-¿Quiénes lo manejan?

Ahora mismo, una Hermana lleva la administración, una de las cuatro Hermanas que estamos trabajando aquí.

Son dos convenios que tenemos, uno en el centro de niños San José y otro en el CAIF Sagrada Familia.

-¿Reciben ayuda externa?

Sí. Hemos recibido ayuda exterior porque si no, no estaría así. Ahora mismo menos, pero antes estábamos muy necesitados. La Congregación nos ha ayudado siempre.

-¿Hasta qué edades se trabaja y que actividades se realizan?

El CAIF admite niños desde los tres meses. Se le llama “estimulación temprana”.

Luego tenemos un proyecto nuevo, que empezó el año pasado: “El plan piloto” que es de 12 a 18 meses. Y, después, hay niños de 2 hasta cuatro años.

Hay 112 chiquitos que vienen con sus mamás dos días a la semana y los atiende una psicomotricista, un equipo de psicólogos, y después pasan a dos y tres años, y ya son atendidos por las educadoras.

-¿Cuál es el contexto social que manejan? ¿Se trabaja con algunos niños en particular o todos son aceptados?

Aceptamos a todo el que venga, dando prioridad a los niños que son más vulnerables, aquellos que están solos. Además a continuación de CAIF está el club, que son niños de 5 a 13 años, siempre en edad escolar, aunque hayan repetido el curso pueden estar.

-¿Cuál es el perfil que habitualmente se ve?

Los niños del club son niños de la calle, la mayoría, aunque tenemos de todas las escuelas. Los niños que vienen de otros centros ayudan a los otros chiquitos, o sea se complementan.

Pero la idea principal es el niño que está más necesitado, al que más hay que atender.

-¿Cómo es la relación CAIF-familias? ¿Se ve interés o simplemente dejan a los chicos?

Sí, sí porque comienzan los más chiquitos y si no viene la mamá no puede venir el niño.

En “estimulación” tiene que venir la mamá con el niño. Se detectan muchos problemitas que pueda tener el niño y les hacen ejercicios de psicomotricidad. Tres días a la semana vienen y luego meriendan con las mamás.

Y por supuesto en los niveles de 2 y 3 años y hasta 4. También los padres colaboran mucho, hacen muchas actividades con los niños.

-¿Cuál es el objetivo final de CAIF?

El objetivo es transformar un poco las familias, la sociedad, y darles a los padres otro estilo de vida. Aquí vienen muchas embarazadas, entonces se les prepara para que se cuiden, para que estos niños estén mejor atendidos, bien alimentados.

Esa es la idea, si se logra o no, no es de un cien por ciento nunca, pero sí notamos que hay avance. En los mayores se nota.

-¿Luego se hace algún seguimiento?

El problema es que no hay centros juveniles, o sea, hay muchos CAIF pero pocos centros, pocos clubes de niños. Solo hay dos.

-¿Crees que puede faltar algo acá en el CAIF, o cumple con todas sus expectativas?

Lo valoro mucho. Nuestra misión es que la gente se aferre a Dios, que lo conozcan y que lo amen, eso cuesta. Pero ya ven, la infraestructura ha mejorado mucho, los equipos de psicólogos trabajan muy lindo. Hay un ambiente muy cercano, las familias, niños, las educadoras. Eso sí se ha logrado. Espiritualmente, cuesta mucho.

-¿Es el único centro en Durazno o hay otros?

No, hay trece CAIF, pero éste es de los más grandes. Es unidad 5, lo máximo es unidad 6. Hay otros más chiquitos que tienen 1, 2, 3...

-¿Cuál es su particularidad?

No sé, la particularidad es que es el único centro donde hay Hermanas. Nuestra misión es venir a Durazno para evangelizar. Aquí la gente respeta mucho, aunque el Uruguay es un país laico.

-En cuanto a la Congregación, ¿Cuál es el origen fundación y finalidad de la misma?

Nuestra fundadora es española, nació en Antequera, en Málaga. La madre Carmen del Niño Jesús. Fue beatificada en el 2007. En cuanto a la finalidad, ella tuvo una visión del futuro muy amplia, principalmente en la educación de los jóvenes y de los niños y también la atención a los enfermos. Nunca en casas particulares, no sé por qué, pero ella no lo quiso para su Congregación.

Ella decía: “Cuando miro al cielo, que sientan mi deseo de ir a esos mundos a hacer conocer y amar a Dios”. Ella deseaba que su congregación se extendiera por todos los países y de hecho estamos en muchos países de aquí de América. Estamos en Venezuela, Nicaragua, Puerto Rico, Uruguay.

-¿Se trabaja con colegios también?

La mayor parte son colegios. Yo he trabajado siempre en colegios, soy profesora de lengua. He trabajado en muchos pero me hacía mucha ilusión venir a América y no cambio esto por ningún colegio de España. Es otro estilo, otra forma de trabajar, más cercana a la gente, gente humilde, sencilla, pobre, pero ves que te dan mucho. Uno viene a dar y recibes más que tú das.

-¿Cómo influye la fe, en lo que ustedes hacen con los niños? ¿Cuál es el papel que cumple?

Como ya les dije antes, el principal motivo que nos trae es evangelizar, empezando por las mismas educadoras. Generalmente tenemos dos o tres encuentros, convivencias con los educadores y con todo el profesorado al año. Después con los niños rezamos diariamente, los llevamos a la capilla.

-¿Les parece que es bien recibido eso?

Los niños son receptivos, no hay ninguno que diga “no quiero ir”. Al revés, no empiezan a desayunar y dicen “no hemos rezado”. Se les van creando los hábitos y después el que quiere, voluntariamente recibe la Primera Comunión. Hay un grupito todos los años.

- ¿Y en las familias?

Las familias vienen cuando se les llama, cuando hacemos una convivencia que generalmente es en el camping. Con comida vienen muchos, cuando llamas para otras charlas formativas acuden menos, pero sí se les trata de formar.

-¿Qué tan concurrida es la parte pastoral?

Poco a poco se va logrando. Aquí en la capilla San José hay un grupo muy comprometido y luego tenemos un buen equipo de catequesis.

-En cuanto a tus objetivos propios ¿Qué lugar sentís que ocupas acá en el CAIF?

Yo trabajo en el club, no estoy en el CAIF, trabajo en el club de niños. Llevo aquí 8 años. He trabajado en muchos países y era una de mis ilusiones venir a América. Yo soy española. Eh trabajado en Venezuela, en Nicaragua y ahora aquí.

-¿Qué es lo que te motivó a quedarte?

Me gusta trabajar con la gente sencilla, humilde y además trabajamos también en pastoral los sábados. Tenemos tres niveles de catequesis.

-Y cuando llegaste ¿Hay algo que te haya llamado la atención? Algo característico “bueno” y algo que te parezca que hay que cambiar...

Hay que cambiar muchas cosas pero hay muchas cosas buenas. La gente es muy acogedora, la gente valora mucho, incluso aunque ellos no practiquen, se respeta y valora. Yo lo veo eso en la Intendencia, se abren las puertas y nos ayudan muchísimo. La Base Aérea también. En un principio, esto se mantenía sin convenios y costoso, pero siempre tuvieron el apoyo de mucha gente voluntaria y esa labor la han realizado las primeras hermanas que llegaron al colegio.

-¿Cómo afectaron las inundaciones al CAIF y la zona?

En un principio fue muy pobre y necesitado, todos estos barrios apenas existían. Todas estas casitas que habéis visto las construyó la Intendencia en el 54 que hubo una fuerte inundación. Luego tuvimos otra en el 2007 que el agua pasó hasta la vía. Nosotros abrimos el CAIF y tuvimos 50 familias refugiadas pero ésta última vez no ha hecho falta porque la Intendencia asumió la situación. Trajo al ejército, hicieron muy bien las tiendas de campaña, montaron una cocina para 900 personas y se comprometió bien, pero nosotros estábamos también dispuestos a abrir o lo que hiciera falta.

-Hablando de los misioneros y de esta semana que pasamos ¿Cómo crees que influye tanto en los niños de la zona como en ustedes?

Yo creo que habéis hecho una hermosa labor. Se nota en los chavalines que vienen y no os dejan. Ya hablé yo con algunos de ellos: “¿y bueno que aprendiste?” Y han aprendido muchas cosas de ustedes. Han aprendido a respetar, a compartir.

Yo creo que esto es una semilla y que Dios hará el resultado, pero que se tiene que notar el impulso en la gente, el estar dispuesto. La gente que habéis visitado, a las familias, también han hablado muy bien, manifiestan que se han sentido muy a gusto, que hicieron una oración con ustedes, que los esperaban con mucha gana y algunos me dijeron con pena que no habían ido, ya que esta zona es muy amplia.

Misión Nazarena
Durazno 2014